Obas

Vine a las 22.30 a comer algo porque no encontraba nada más abierto por la zona y no sabía si llegaba tarde porque al principio el camarero, Jesús, parecía muy serio, pero todo lo contrario ya que me atendió super bien. Estaba en un momento difícil y fue muy cálido, comprensivo y paciente. Me iba preguntando qué tal estaba todo e informándome de cuándo me iban a traer lo que había pedido. Igualmente, el otro camarero que me trajo la comida también fue muy amable. La verdad es que se agradece mucho un trato tan cercano. En definitiva, recomiendo mucho el sitio por la cantidad de opciones de comida, porque cocina no cierra y, sobre todo, por la calidez de los camareros.

He entrado porque estaba de paso , me gustan los espacios grandes , no agobian ...He empezado por un pintxo de croqueta de jabugo buenísima y luego he optado por comer un plato... Alcachofas naturales con almejas que estaban exquisitas ¡¡ El servicio muy amable, y he agradecido las explicaciones - sobre la huerta y final de la temporada de la alcachofa y su sustitución próxima por hongos ...... Calidad y Materia Prima -.