El Convent

Soy de Vilafranca y recomendaría a cualquiera este restaurante una y mil veces. La comida espectacular, muy recomendable la foundie pero todos los platos son espectaculares, ya sea un rissotto, unas tapas, una ensalada u otros, a parte de que los postres también tienen un 10/10. Además, el personal es muy atento y el local agradable. Y su ubicación es excepcional en pleno centro de Vilafranca.

Nos ha encantado, sin duda volveremos. Puedes elegir de que queso quieres la fondue y la verdad riquísima, elegimos la de cabeza de monje y una pasada, las empanadillas esas pequeñas rellenas de pera y queso cremoso están espectular y el vino blanco Mireia lo recomiendo sin duda. Todo perfecto. La única pega que le pondría es que para dos bolas de helado me cobraron 5,50€ , para eso me podría haber cogido la tarta de queso que valía lo mismo. Pero a parte lo de más perfecto

La suerte del destino, quiso que probarámoss la experiencia de comer en este fantástico restaurante, escondido en un callejón de Vilafranca. Servicio, calidad y presentación de los platos, excelente. Últimamente, resulta difícil encontrar un lugar dónde sentirte bien atendido e Isaac, el camarero, hizo que nos sintiéramos muy cómodos y mimados y la comida fué excepcional y sorprendente porque no nos lo esperábamos. Son de esos sitios que quedan grabados en la mente y repetiremos en cuanto podamos!! Gracias, equipo! :-))

Lugar con encanto, agradable y reformado siempre respetuoso con el entorno y lo señorial del lugar que estás visitando: Vilafranca del Penedès. De todo modos, como suelo insinuar, con la vista, el entorno o la "gracia" de un enclave concreto no se come, y mucho menos se aprecian los olores, sabores y aromas de esta o aquella elaboración por lo que, dicho lo cual, vamos a explicar en qué consistió nuestra experiencia. En primer lugar resaltar la magnífica atención recibida por la camarera que nos atendió: recomendando, aconsejando y explicando platos y vinos acorde nuestras peticiones. Algo que puede parecer tan obvio no ocurre todos los días y en este caso la conjunción planetaria (y profesionalidad) funcionó perfectamente. Vamos por faena. Los entrantes muy bien: la fondue de Tête de Moine muy rica, el guacamole fresco, con ese "abuso" de cilantro obligatorio y que le daba un extra de sabor muy bueno. Sí, lo sé, habrá a quien no le guste el cilantro, pues que no lo pida. Fácil. Deseo hacer un aparte con otro plato: Gloria a los hombres de buena voluntad, hermanos daos la paz y solicitar la beatificación, glorificación y exaltación de las sardinas marinadas porque de su sabor será el reino de los cielos. Madre mía qué cosa más rica, suave y deliciosa al paladar. De 10. Siguiendo con los segundos, el steak tartar riquísimo, finamente cortado, meloso y muy agradable de sabor o las costillas de cerdo a baja temperatura con crujientes de yuca excepcionales con el "despegue" de la carne del hueso característico. Todo esto con vinos de su buen "celler": el priorat blanco Terra de Cuques (pedido) y el segundo priorat tinto Les Crestes (sugerido) que abrochaban plenamente con la elección de la comida. A modo de conclusión confirmar gratamente las expectativas que nos llevaron hasta allí. Lugar magnífico para comer con una buena relación calidad/precio. Entiéndase lo de gran "calidad/precio": personalmente creo que cuando vas a comer a un sitio se supone que deseas comer bien y ello no significa "llenar la tripa" con forrajes congelados y salseados de manera abrupta, pero que a cada uno lo suyo. Lugar perfecto, magnífica experiencia gastronómica y restaurante al que volver sin ningún género de dudas.

Fuimos mis padres, mi pareja y yo el jueves día 30 de julio a cenar. Desde el primer día que llamamos a hacer la reserva Clara fue muy profesional y simpática, llevábamos mucho tiempo queriendo ir y fue un acierto total, desde que llegamos nos sentaron en la terraza para hacer el aperitivo y luego entramos dentro para cenar, el servicio dado por parte de Clara y Mar fue excelente, estuvieron todo el rato pendientes de nosotros y no nos faltó de nada en ningún momento, buena carta y excelente carta de vinos. La mesa que nos dieron nos encantó, estuvimos muy bien toda la cena y después pasamos otra vez a la terraza para los chupitos. Buena relación calidad precio. Felicidades a Robert el chef y a todo el equipo, con ganas de volver, fue un gran descubrimiento. Gracias a todo el equipo del Restaurant. Local precioso y muy limpio.